EN EL TRAPECIO DE LA VIDA

 

En el columpio del tiempo que va y viene,

siento reposar todo mi Ser.

 

Mi alma impregnada de carne,

mi carne bañada de alma.

 

Es apenas un parpadeo,

un aleteo de mariposa...

Apenas una leve espiración tras haber inspirado,

y todo se transforma:

Luz, oscuridad, forma, movimiento...

 

En el vaivén de nuestros columpios

nos hemos tomado de las manos,

con firmeza y confianza el uno en el otro,

y nos entregamos a las piruetas

en el circo de esta vida, sin red debajo,

pero protegidos por la seguridad en el Amor.

 

* * *

Fernando Cravioto

20/03/2013

 


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