ENSOÑACIÓN

Me abandono al placer de descansar

en el refugio que me ofrecen tus brazos,

sintiendo el roce de tu piel en mí,

recomponiendo todos mis pedazos.

Tus labios, explorando mi alma,

acarician  todo mi ser

sumiéndome en un profundo sueño

del que no quiero volver.

Me hundo en una nada placentera

diluyéndome al punto, de tal suerte,

que abro mis ojos, aferrado,

al sentimiento de poder perderte,

para hallar dos amorosos soles

rescatándome al otro lado de ese puente.

Y atravesando espacios infinitos

penetro a través de tu mirada,

acomodándome, seguro y confortable,

en este hogar que me brinda tu alma.

Arrullado, tú me duermes

con esta dulce canción,

de vivir siempre contigo

dentro de una ensoñación.

* * *

Fernando Cravioto

07/08/2013