Fernando Cravioto (miércoles, 10 mayo 2017 20:38)

Charo Romero, muchas gracias. Es un placer que leas mis poemas y expreses lo que sientes sobre ellos. Un abrazo.

Fernando Cravioto (miércoles, 10 mayo 2017 20:29)

Puri, querida... Estamos de paso en esta vida, y tomamos prestado este cuerpo que a la Tierra pertenece.
Todo es un sueño, un sueño real, pero al fin y al cabo, un sueño. Soñemos despiertos esta realidad. Besos.

Fernando Cravioto (miércoles, 10 mayo 2017 20:26)

Fermina López, muchas gracias por leer mi poema y dejar tu comentario, profundo y personal.
¿Dormir, soñar, partir...? ¿Acaso morir? Sea como fuere, ahora estamos vivos. ¡Vivamos! ♥

charo romero (miércoles, 10 mayo 2017 16:56)

HOLA Ayer quise verlo y no se habría la pagina,He visto hoy en mi correo la nota que has enviado .Precioso el poema.Gracias

Puri, (miércoles, 10 mayo 2017 13:46)

Un poema del paso de la vida con sus recuerdos .Un tiempo que es muy cortito .Done estamos en. vuelo en un cuerpo que se a cava en este mundo es nuestra envoltura . Garcias por compartirlo

FerminaLópez (miércoles, 10 mayo 2017 11:03)

La desesperanza de no saber si vivimos soñando o soñamos que vivimos, en cualquier caso gastando un cuerpo, y al final partir, despertar... para mí, morir.
Y como decía Calderón de la Barca:
“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ficción, una sombra, una ilusión, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”

Fernando Cravioto (martes, 09 mayo 2017 11:39)

Por supuesto, María Laura. Me siento de paso en esta vida... ya que me siento parte de algo inmenso. Pero eso sí, formado también, parte de este mundo, de este cuerpo, que va mermando poco a poco y tiende a regresar a la tierra, a donde pertenece.

María Laura Procik (martes, 09 mayo 2017 04:54)

"envueltos en un cuerpo caduco y desmedrado"... de eso se trata: comprender que dentro de ese cuerpo caduco y desmedrado, donde el paso del tiempo hace estragos, y quizás nos hace perder de vista los sueños, existe un alma, que debe buscar lo eterno, que debe preparase para ese renacer del espíritu que viene después de la misma muerte. Preocupémonos de embellecer el alma!