CÁRCEL MENTAL

 

Endiabladamente cierto,

como creer lo que veo,

como creer lo que leo

y saber que no estoy muerto.

 

Vivo en una impía cárcel

que me engaña sin decoro,

obligándome a ser bobo,

y sin apenas tocarme.

 

Sin querer, me lleva al huerto,

ya que todo lo que creo

es más bien un cachondeo

aunque serio, por supuesto.

 

Me oprime por todas partes

aplicándome su credo,

tratándome como efebo

y sin siquiera importarle.

 

¿Cómo escapar de este entuerto?

¿Cómo lidiar este engaño?

¿Cómo, sin hacerme daño

dejar de ser un jumento?

 

Mil años llevo encerrado

pensando que yo era libre

y viviendo sin cohibirme,

sin ver ningún resultado.

 

Hasta aquí hemos llegado.

De esta cárcel quiero irme.

 

* * *

Fernando Cravioto

11/11/2017

 

 


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