QUIETUD

Dentro,

en la quietud de la tarde,

repaso lentamente, 

tumbado en mi sofá,

las sombras que viven en la cortina del salón.

No es nada,

sólo eso...

quietud dorada.

La suave brisa le da vida,

y ella me saluda, tímida...

casi imperceptible...

En la quietud me mezo,

tan frágil como un suspiro.

Y así paso la tarde

con las sombras, 

la brisa,

la luz dorada

y la quietud. 

* * * 

Fernando Cravioto

07/02/2017