UN GORRIÓN ATREVIDO

 

Un gorrión, atrevido,

que se acerca a mi ventana,

al resguardo de la sombra,

a descansar siempre para.

 

Acude todos los días

al clarear la mañana,

a por miguitas de pan

que le pongo, muy ufana.

 

Para acercarse a las migas,

da unos rápidos saltitos,

y después se va volando

con las migas en su pico.

 

Al poco tiempo, de nuevo,

regresa hasta mi ventana

y en su piquito, otra vez, 

coge migas y se marcha.

 

¿A dónde va el gorrión,

dónde vuela con su carga?

¿Irá, quizás, a su nido

a alimentar a su prole

con suculenta pitanza?

. . .

Ha pasado más de un mes

desde la última vez,

que el gorrión, atrevido, 

se asomara a mi ventana.

 

Echo de menos sus brincos,

la belleza de sus alas,

la pureza de su vuelo

cuando despuntaba el alba.

 

Me entristece el corazón

pensar que ya no regresas.

¿Dónde has ido, gorrión?

De tu amor me siento presa.

 

* * *

Fernando Cravioto

27/06/2017

 

 


Comentarios: 2
  • #2

    FerminaLópez (miércoles, 18 abril 2018 08:46)

    Quizá es que se cansó de tan "suculenta" dieta, pues en otras ventanas encuentra dietas más opulentas.
    Gracias por compartirlo.

  • #1

    Fernando Cravioto (martes, 17 abril 2018 13:20)

    Este escrito está basado en un hecho real, con algo de ficción. En verdad ese gorrión de la fotografía (foto hecha por mí en la ventana de mi cocina) se acercó durante un tiempo para picotear migas de pan que yo le ponía.