A UN VERSO POR SEGUNDO

 

Oigo cómo late

con su ritmo lento

cambiando un minuto

en sesenta versos.

 

Miro cómo pinta

con un rojo intenso,

los largos canales

que habitan mi cuerpo.

 

Siento su presencia

vivida en silencio,

sin protagonismo,

mas con gran acierto.

 

Lo siento, de hecho,

como olor casero

que impregna mi vida

de tiernos recuerdos.

 

Alegra mi boca,

transforma el momento,

sabor a mistela

que llena mi aliento.

 

Uno a uno pasan,

de un minuto intenso,

sesenta segundos

con sesenta besos.

 

Más allá del mundo,

más allá del tiempo, 

une su latido

con el universo.

 

Cuando cese un día,

su fiel movimiento,

dejará el parnaso,

no sé oirá un lamento.

 

Sabré sólo entonces,

cuando me haya muerto,

el amor que esconde

en sesenta versos.

 

* * *

Fernando Cravioto

26/10/2018

 

 



Comentarios: 2
  • #2

    Fernando Cravioto (miércoles, 31 octubre 2018 14:25)

    Te agradezco, Fermina, que toques con la varita mágica de tus palabras, este poema.
    Ya ves, apenas se le da importancia al corazón mientras todo va bien. Y él, siempre está dispuesto para el resto del cuerpo.

  • #1

    FerminaLópez (miércoles, 31 octubre 2018 14:15)

    Persigo los versos, que son como el pulso de un pensamiento. Bello poema, en su forma, en el tempo, en lo que en él expresas con tanto acierto.