LETARGO

 

Largas alas y plumas, ligeras como el viento,

para agitarlas con fiereza contra el aire,

y alejarme velozmente en un desaire,

humillando vilmente al rudo tiempo,

quisiera yo tener en un instante.

 

Abrir los ojos y flotando entre la brisa,

beber de un trago la luz de la mañana,

al escaparme de un salto, de la cama,

y blandir mis nuevas alas con gran prisa,

para alejarme de esta burda jarana.

 

Cada mañana al despertarme miro al cielo

deseando que se me cumpla este deseo,

o despertarme de una vez de este letargo.

 

* * *

Fernando Cravioto

16/04/2018

 



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