A MI GATITO ASUSTADO 

(Poema humorístico)

 

 Mi gato estaba dormido

acurrucado a mi lado,

y yo escribiendo un poema,

abstraído de tal grado,

que hasta olvidado me había, 

que dormía a mi costado.

 

Por eso, cuando el minino

de pronto, sin previo aviso,

dio un salto como un poseso

moviéndose de improviso

a tanta velocidad

que apenas ni lo diviso,

tirando todo a su paso,

haciéndole caso omiso

a la ley de gravedad

y huyendo de lo remiso,

me quedé petrificado,

tan quieto como un narciso.

 

¿Qué habrá pasado?, pensé,

¿para escapar de tal modo,

rompiendo a su paso, todo,

y empujando el djembé?

 

Los cojines por el suelo,

el cable desconectado, 

del teléfono, tumbado,

tiritando del canguelo.

 

Como una súbita sombra,

que huyera del vil diablo,

cual un furioso venablo

en busca de alguna alondra,

perdiose tras de la alfombra,

bajo el sofá, cual retablo.

 

 

Mas cuando pasó el momento

de esa vorágine acción,

me incliné a la conclusión,

recuperado el aliento,

de que este calenturiento

estado de exitación,

fue causa de ensoñación

de un onírico violento.

 

Pobre felino infeliz

que debajo del sofá

escondidamente está

oponiéndose a salir.

 

"Miso, miso", le articulo,

al felino abigotado

invitándole a que venga

a mis brazos, de buen grado.

 

Al rato sale el ladino,

pues se le ha pasado el susto.

De manera que en mis brazos

lo acojo con mucho gusto.

 

Ya solo queda el recuerdo

de haber pasado el mal trago,

de haber perdido los nervios

en este momento aciago.

 

Y aquí se acaba la historia

de mi gatito asustado.

Les aseguro que es cierto

lo que aquí les he narrado.

 

 

 


* * *

Fernando Cravioto

05/07/2018

 

 

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