TANTO ME PAREZCO A TI

Qué burlón es el destino 

¿verdad, mi querida madre?

Sin beberlo ni comerlo, 

como solemos decir,

aparezco yo en tu vida, 

en una tarde de junio,

y en la cama de tu suegra 

me vienes a bien parir.

Esperando a la matrona, 

va y te asiste tu cuñada,

y tras un enorme esfuerzo

das a luz a un querubín

que llamaste forastero,

pues llegó el último y tarde,

cuando nadie lo esperaba,

sólo Dios y tú también.

Los años pasan deprisa 

dolientes por las espinas

de tus cuatro lindas rosas

que riegas en tu jardín,

con la sangre de tus sueños,

que apilas en la cocina

a la espera de un buen día

en que se cumplan por fin.

En una nube, dormida, 

te pasas la vida entera

sin saber quién porras eras.

Separada de tu esposo,

esclava de tus ideas,

tus deseos y fracasos 

cogidos de tu garganta,

son los que viven por ti.

Un soplo de viento fresco

que mece tus blancas sienes,

viene a saludarte un día

tomándote de la mano,

para conducirte allí

donde se cumplan tu sueños,

donde comience de nuevo

una vida más feliz.

Qué burlón es el destino

querida madre del alma,

pues te comprendo muy bien.

Tanto me parezco a ti.

* * *

Fernando Cravioto

06/05/2018